Consejos para el manejo diario de la fístula

Dado que la fístula desempeña una función esencial para el éxito del tratamiento de diálisis, es verdaderamente importante mantenerla en buen estado. Debe comprobar la fístula ¡todos los días! Para ello, debe utilizar la vista, el oído y el tacto para comprobar que todo se encuentra en buen estado.

Al observar el brazo de la fístula, compruebe si hay algún signo de enrojecimiento o de hinchazón.

Una forma de comprobar si la circulación sanguínea de la fístula es buena consiste en escuchar un sonido llamado «soplo». Se puede hacer con un fonendo (estetoscopio) o colocando el oído contralateral al brazo de la fistula. Pídale a su equipo de diálisis que le muestre cómo hacerlo.

 

La forma más sencilla consiste en colocar la mano sobre la fístula. Debe sentir una vibración rítmica / un zumbido denominado «frémito» o Thrill. Cuando palpe la fístula, preste especial atención a si siente dolor o una temperatura mayor de lo habitual.

 

Le pedimos que siga algunas normas sencillas para reducir al máximo el riesgo de que se produzcan infecciones o trombosis, los riesgos más habituales para la fístula:

Permita que el brazo se mueva con libertad

Evite cualquier tipo de presión sobre el brazo de la fístula, dado que puede provocar una trombosis, sobre todo en los casos de tensión arterial baja. Debe evitar las siguientes prácticas:

  • Vestir ropa ajustada u objetos que hagan presión, como relojes o pulseras que puedan comprimir la fístula.
  • Dormir sobre el brazo de la fístula, dado que puede provocar un acodamiento transitorio de la fístula y una reducción de la circulación sanguínea
  • Doblar con fuerza el brazo de la fístula.
  • Medir la tensión arterial en el brazo de la fístula con un tensiómetro, ya que, cuando se infla el manguito, se provoca una compresión de los vasos sanguíneos.
  • Extraer sangre o poner inyecciones, dado que, posteriormente, se debe realizar la hemostasia. Además, tenga en cuenta que el personal no calificado podría dañar la fístula.
  • No cargar cosas pesadas con el brazo de la fistula.

Si observa cualquiera de los siguientes signos y síntomas –Enrojecimiento, hinchazón, dolor, una mayor temperatura en la zona de la fístula –póngase en contacto inmediatamente con el médico o con el equipo de diálisis.

Mantener limpia la fístula

Para evitar cualquier posible migración de bacterias de la piel al sistema circulatorio, que podrían provocarle una infección, recuerde siempre lo siguiente:

  • Lave con agua y jabón el acceso todos los días y antes de cada sesión de diálisis.
  • Evite toser o estornudar en dirección a la fístula.
  • Absténgase de rascarse la zona de la fístula y, sobre todo, la zona de punción.

 

Protegerla de posibles lesiones

  • Evite actividades que puedan provocarle heridas a la fístula, como levantar objetos pesados: maletas, cajas de embalaje, etc. Por ejemplo, cuando vaya de compras, utilice un carro de la compra en lugar de una cesta y no utilice el brazo de la fístula para llevar las pesadas bolsas de la tienda a casa.
  • Practique deportes que no sobrecarguen el brazo de la fístula, por ejemplo: correr, andar o montar en bicicleta.

Tener cuidado con las temperaturas extremas

Las temperaturas muy altas o muy bajas también pueden provocarle efectos adversos a la fístula y provocar una trombosis. Se recomienda no exponerse a:

  • Calor excesivo (por ejemplo, saunas o baños de vapor), dado que induce a la dilatación de los vasos y reduce la tensión arterial y la circulación sanguínea. Si desea salir al exterior en días muy calurosos, trate de mantenerse a la sombra.
  • Frío excesivo. Induce a la constricción de los vasos y, con esta, la menor circulación sanguínea de las extremidades, sobre todo en el brazo de la fístula. En los días extremadamente fríos, recuerde vestir ropa cálida adecuada si desea salir a tomar aire puro al exterior.

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